Mi nombre es Bolívar Alberto Vela Valarezo, portador de la cédula de ciudadanía 1711658599, vivo en la ciudad de Quito. Número de celular: 09 9222 172. Quiero expresar lo siguiente:
Tengo 39 años, de los cuales, casi durante 25 he tenido la oportunidad de leer El Universo y El Comercio casi a diario, por lo tanto, me considero capacitado para emitir una opinión. Me gustó leer este diario por su lenguaje correcto y por la pulcritud de su estilo, en muchas ocasiones mucho mejor que otros y antítesis de, por ejemplo la Extra. Bien. Desde el fallecimiento del director anterior, noto una furibunda oposición y un retroceso en el proceso democratizador del diario. Se da espacios a jóvenes editorialistas -esto me preocupa mucho- que dan rienda suelta a un odio desmedido; el diario presenta solo informaciones que afectan al Gobierno. Hace muchos años tenían una revista en la que se analizaba la programación de la televisión, recuerdo un artículo llamado “Telebasura”... ¿dónde quedó ese espíritu crítico? Al igual que en Venezuela se ha polarizado a la población; pero no lo ha hecho Correa. Ya ganó Abdalá, ¿recuerdan? Y perdió 3 veces Noboa.
Señores, las condiciones han cambiado: la universidad gratuita ha dado la oportunidad de que grandes masas adquieran, por lo menos, rudimentos de análisis para ya saber lo que siempre han sabido: un medio es un negocio y como tal defiende intereses. Correa hace lo que le toca hacer: tratar de perpetuarse en el poder. Estoy en desacuerdo con que haya dejado entrar a colombianos y cubanos, puesto que algunos vienen a delinquir. Pero estoy completamente de acuerdo con que les haya tomado pruebas a los profesores de la UNE para demostrar lo impreparados que están algunos; que tenga que señalar como delito el que una empresa no afilie a sus empleados; ahora en el Registro Civil hay sillas para sentarse... Ustedes y yo sabemos que esta persona -Correa-, objetivamente hablando, es uno de los poquísimos presidentes que ha intentado un cambio, yo lo comparo con Kennedy en EE.UU. Que tuvo la osadía de irse contra el poder de la reserva federal.
En vista de lo anterior, he dejado de comprar la edición impresa del diario; eso sí, reviso todos los días la edición digital y, en la mayoría de los casos, salgo decepcionado por la carga sesgada de las informaciones. En los artículos no hay firma de responsabilidad. En el N.Y. Times, en el Washington Post, siempre hay una. El Comercio tiene una opción de “reportar abuso”, que es mal utilizada por quienes no están de acuerdo con algún comentario. Háganlo. Un diario puede ser una guía, un texto de consulta, un aporte para la comunidad.
Siempre recuerdo los artículos de Nicolás Romero Parducci, un caballero, guayaquileño de verdad. Qué diferencia con otros editorialistas que hasta espacios en blanco dejan, en una ofensa inmensa a los lectores.
En lo personal, lamento que haya sucedido esto; pero las máscaras se han venido abajo. Esos tiempos en los que se ponen de acuerdo y tumban presidentes manipulando a una masa aletargada con Aló qué tal, La feria de la alegría o En corto ya no van más. Dicho sea de paso, hace 12 años que no veo televisión. Es innecesario.
Pero sí es necesario:
1.- Dejar de adquirir bienes y servicios publicitados en su diario y así se los haré saber a todos sus anunciantes.
2.- Buscar información en medios alternativos de Internet.
3.- Dar ejemplo para minimizar la corrupción, pues es imposible erradicarla.
Dejen de ver a la población como una masa de consumidores manipulables. Y lo más grave: dejen de hacer creer que ser estúpidos, vulgares e ignorantes es moda.
Bolívar Vela Valarezo
Quito
