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El Telégrafo

¡Señor Presidente!

26 de enero de 2015

Muchas personas no desean entender sus gestiones de las necesidades, unas ya solucionadas y otras por venir. Es nuestro deber ser gratos con usted, señor Presidente, respaldando su magnífica labor de casi 8 años de gobierno con más aciertos que desaciertos.

La expansión de los mercados hizo que el precio del barril de crudo esté a precios inmejorables. Por los altos inventarios hasta que retorne la necesidad de comprarnos, se ha dado una baja de precios. La economía se verá afectada hasta iniciar el ciclo rotacional del mercado de manera que hay que estar listos para extraer el crudo que se requiera y obtener mejores precios en otros momentos. El petróleo será reemplazado con otros sustitutos, el carbón, el alcohol de caña de azúcar, al eucalipto o agua y viento, que poco daña y casi no cuesta. Entonces de verdad extrañaremos los buenos precios.

Usted ha logrado que la industria y el comercio paguen impuestos que en otros tiempos fue imposible hacerlo, por la desconfianza de que se escurrieran a bolsillos ajenos. Transformó las pesadillas en sueños, cambió al Ecuador a una nueva era donde la esperanza ha renacido y los senderos trazados son verdades.

Es admirable su enorme resistencia, constancia y la fe que pone en todo lo que hace. Su lucha contra las petroleras foráneas que nos dejaron veneno en la Amazonía causando muertes y enfermos sin curación. Señor Presidente, continúe con el esfuerzo que le caracteriza.

La confianza es el espíritu del crecimiento económico. Que no se saque los capitales con subfacturaciones u otros medios, ya que se requiere más circulante para que la gente pueda comprar realidades. La interrelación en el mundo es cada vez más grande con tecnologías de punta, con prestigiosas universidades, que permitirán a nuestros estudiantes ser magníficos profesionales. Una obra magna es la eléctrica donde habrá energía suficiente y la economía se iluminará con luz propia, cuando se reemplacen las plantas térmicas por hidroeléctricas, eólicas y de energía solar. Se exportarán kilovatios con costos menores e ingresarán divisas para obras de gran necesidad.

Las leyes deben cambiarse a los momentos en que se vive y sean de igualdad de derechos. La vida exige cambios. ¿La Ley de Acción Penal prescribe a los 10 años y no se amplía a 20? No permitir que los pillos esperen la llegada de fechas para quedar libres de la cárcel con los bolsillos llenos de dinero de los ecuatorianos. Trate de que sea posible este cambio, el país le agradecerá, Sr. Presidente.

El Ecuador es maravilloso. ¡Y cómo el turismo hace gala al conocernos! No hay extranjero que regrese a su hogar sin preguntarse lleno de placer y admiración, ¿cómo la naturaleza pudo  dar tanta belleza a Ecuador, país pequeñito en su tamaño, con distintos climas a cortas distancias, tierras tan fértiles para un granero del mundo, con sus majestuosos nevados, gente de variada raza y de un corazón enorme? El turismo impulsador del trabajo y crecimiento económico imposible de calcular, bienvenido sea.

No a inestabilidades que convulsionan al país. Que su Gobierno no borre la imagen de las excelentes cualidades que tiene. No entremos en el camino de incertidumbres e intranquilidades. Seamos positivos y cautos. Más bien traer al país a las personas que lo hundieron en el 2000, que en términos económicos y humanos nunca encontraremos cuál fue o será el verdadero costo, será un gesto de verdadera justicia.

Los ecuatorianos confiamos en usted, señor Presidente. Debe continuar en su gestión para conducir este país. Sabe lo que se necesita y nos llevará hacia un destino mejor.

Jacobo Schneider Ch.

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