Señor director
Diario El Telégrafo
He soportado por largos meses las molestias que provocan los trabajos en la avenida Miraflores, en la ciudadela del mismo nombre. Soy propietario de una pequeña despensa que está a punto de ser cerrada por cuanto mis clientes no pueden acceder a ella. Las ventas están cada vez más bajas y la contaminación por el polvo que les cae diariamente a los víveres y a los productos que expendo ahuyenta a todos cada vez más.
Comparto la posición de que el desarrollo trae sacrificios. Sin embargo, esto es una irresponsabilidad de parte del Municipio guayaquileño. Realmente desconozco de quién será la culpa, si es del irresponsable contratista que tiene a cargo la obra, o del Alcalde que no toma cartas en el asunto y da largas para terminar estas obras.
Parece que Jaime Nebot espera que las obras estén listas en las fiestas de la ciudad. Si es así, es una irresponsabilidad porque no solo afecta a mi negocio, sino que causa un daño a la salud de las decenas de familias que vivimos a lo largo de esta avenida, quienes vivimos abrazando el polvo en nuestras viviendas.
Conmino cordialmente a que venga y permanezca apenas una hora y vea las molestias que provoca a la comunidad el polvo que se levanta con el paso de los vehículos.
Esto es intolerable, los guayaquileños merecemos respeto. La comunidad de la ciudadela Miraflores demanda la rápida terminación de las obras.
Jorge Pesantes Quispe