Toda vez que concluyó el proceso para la selección de Superintendente de Compañías, Valores y Seguros, deseo comunicar a la ciudadanía, en resguardo de mi buen nombre, las “razones” por las que fui “descalificada” para participar. El viernes 25 de enero de 2019, después de las 20:00, recibí una llamada telefónica de alguien que se identificó como miembro de la Comisión Técnica del CPCCST y me indicó que yo no calificaba en virtud de que no tenía experiencia alguna en materia societaria.
Le expliqué que mi ejercicio profesional avalaba mis conocimientos en la materia, y que, como constaba en mi CV, tenía algunas publicaciones relacionadas con este campo. Superado este “escollo”, en la misma noche, recibí un oficio por el cual se me solicitaba que justifique mi cesación de funciones como notaria en todas las ocasiones en que yo había sido reelegida, lo que debía enviar a Quito. Felizmente, pude recopilar lo solicitado y entregarlo en la mañana de ese lunes. Llamé por teléfono a la indicada funcionaria y me dijo que todo estaba completo.
El miércoles 30 de ese mes, después de las 18:00, me enteré por terceros que mi candidatura había sido descalificada. Pregunté a la misma persona los motivos y me dijo que se debía a que yo no había enviado la escritura pública por la cual juraba no encontrarme incursa en prohibiciones para el desempeño del cargo, como se “acostumbra” (¿?) y habían hecho los demás.
Al inquirirle la causa por la cual no me lo comunicó antes, me respondió que a esa comisión no le incumbía atender este asunto (¿?). Ahora, solo deseo que mis compatriotas conozcan los hechos y saquen sus propias conclusiones.(O)
Dra. Katia Murrieta Wong