Los más destacados pensadores de la filosofía griega, como son: Sócrates, Platón, Aristóteles, entre otros, consideraban que todo acto que se realizaba se constituía en un acto político.
Aristóteles indicaba que “toda persona es un animal político; y si no es político, es un animal o un dios”. Platón, en su obra La política, vuelve a ratificar que la esencia de una persona es que responde a una posesión política.
Fue el general Eloy Alfaro quien separó el laicismo del clero, en tiempos cuando la religión dominaba todas las actividades; gracias a Eloy Alfaro podemos realizar muchas acciones que antes eran prohibidas.
Quiero resaltar la posición de algunos sacerdotes que no solo se han dedicado a la religión sino que han realizado labor social comunitaria. Dicho de otro modo, han participado en la política nacional.
Ejemplos son los extraordinarios casos de la participación progresista de monseñor Leonidas Proaño, el padre Pepe Gómez Izquierdo, monseñor Alberto Luna Tobar, y otros más, como José Tuárez Zambrano, que fue elegido presidente del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social. En todas las situaciones de la vida existen pros y contras, quienes están a favor o en contra de una posición.
En el caso del sacerdote José Tuárez Zambrano, considero que es positiva su actuación porque representa a la ciudadanía y no al clero. Podríamos decir que contamos con un hombre de fe, honesto, digno, y que su práctica ha sido siempre a favor de las mayorías, por tal motivo podríamos decir que estamos representados en este noble personaje. (O)
Lic. Ricardo Ordóñez Jaramillo