La izquierda latinoamericana, producto de la Restauración Conservadora, viene sufriendo varias y consecutivas derrotas electorales a nivel presidencial, legislativo, además de los plebiscitos de Bolivia y Colombia; excepción alentadora, Nicaragua.
En medio de este complicado panorama, por las implacables leyes de la vida y la muerte, se nos fue el comandante en jefe Fidel Castro Ruz, fundador de la Revolución Cubana. Revolucionario universal, no redundamos, aseveramos. Protagonista y hacedor de la historia desde el Moncada hasta sus últimas reflexiones y o palabras dirigidas al Congreso del Partido Comunista, efectuado hace un par de meses.
Sin embargo, a pesar de estos reveses y golpes de Estado, la izquierda ya dejó de ser, en su caudal de votos -como dijo Correa-, una izquierda del 3%. Se ha consolidado una idea: la batalla en paz por los derechos de los pueblos, preservando la Madre Tierra.
El legado de Fidel es -una vez más- universal y diverso, tanto que al tratar de describirlo, de conceptuarlo, siempre falta algo, se olvida algo, no se alcanza a dimensionarlo todavía. El Ejército de Batas Blancas y el programa de alfabetización ‘Yo sí puedo’ son apenas dos rubros de los más tangibles y concretos de beneficio y redención para millones de personas que forman parte de los estratos pobres -y hasta medios- que no pueden acceder, por sus costos, a una educación digna o a una atención médica oportuna y de calidad. La Alba, una nueva forma de relacionarse entre los pueblos, profundamente solidario y comercialmente ético.
¿Ahora qué nos toca? ¿Cuál es la mejor forma de seguir su ejemplo?
Sencillo, lo que no se ha hecho desde que arremetió con fuerza la Restauración Conservadora: votar conscientemente con una simple pero correcta y honesta valoración del antes y el ahora.
Fundamentalmente, debemos votar por procesos encarnados en candidatos con posibilidades electorales.
Para que la historia nos absuelva, nuestro deber entonces es, insistimos, votar bien, tener sentido del momento histórico. (O)
Sociólogo Andrés Martínez Arrata