De niño yo solía jugar al barquito de papel, a las canicas, a los cinco huecos, al trompo de piola, a los caballos de madera, así sea con palos de escoba y demás juegos de antes, que jugaba con mis amigos de infancia.
Alcancé a ver la fiebre del juego de naipe llamado "cuarenta" en mi padre; él no perdonaba un fin de semana sin jugar "cuarenta" o al "villar", alcancé a ver también televisión en blanco y negro, pero volviendo al tema de los adultos; veo a mis vecinas unas "duras matronas" del juego de naipes todos los días, ella tiene su lugar y calendario fijo para sus citas de encuentro lúdico.
En el centro de la ciudad cualquier esquina se convierte a veces en un improvisado "garito" de juego a las damas, cada escala o lugar así sea la tienda de la esquina tiene su tecnología, entorno y economía (los traga monedas).
Para llegar a Las Vegas "el paraíso de los casinos", el cual es un lugar geográficamente hablando desierto en el país más "rico-pobre" del mundo, donde hay que llevar la comida y el agua por conteiner y tracto mulas o vías férreas para satisfacer esta casta de turistas o jugadores que llegan allí.
Por el contrario, nosotros somos un país "pobre-rico" tenemos un entorno ecológico adecuado, sitios de diversión, un puerto genial como el de Guayaquil, una capital cosmopolita como Quito.
Sí. Señores la chica de la minifalda y el antifaz es guía de Juego, el "croupier" o director de juego de azar, los coimes y los camareros todos son eslabones de una cadena que se enlaza para atender este mundo "carrusel". Estos casinos existen a nivel mundial y nosotros somos pluriculturales, cosmopolitas, modernos, viajaditos. Podemos atenderlos y entenderlos.
Cerrarlos no es la solución, no los satanicemos como "lavadero de dinero", no seamos pseudo moralista, pseudo demócratas de voto provincial "legal". Si botamos o vomitamos la plata a horcajadas con el tal bono de la pobreza y vagancia ¿por qué no aceptamos el "tragamonedas" de la realidad?
Ojo de la cuarenta, el naipe español el bridge inglés, el póker son juegos de inteligencia. ¡Muéstrame otro As bajo tu manga señor Presidente! Apuesto que ganamos contigo ¿O nos escondemos y jugamos a la ruleta rusa?...
Dr. Oscar Omar Olvera Torres
M.V.
Quevedo - Los Ríos