Guayaquil, 6 de mayo de 2011
Sr. Director
Diario El Telégrafo
Guayaquil.-
Probablemente a partir de la consulta popular los ecuatorianos estaremos en el rumbo de un nuevo país, con leyes más claras y más equitativas que rijan para todos por igual, aunque parezca redundante, valga la aclaración.
La aprobación o desaprobación de las preguntas propuestas por el Ejecutivo no es otra cosa, a mi entender, que una cuestión de tiempo. Explico mi punto de vista: El Gobierno ecuatoriano que preside el Econ. Rafael Correa viene dando muestras sistemáticas de querer hacer transformaciones estructurales en la justicia, en la seguridad ciudadana y social. De aprobarse la consulta, el camino estaría completamente allanado para esas pretensiones. De negarse, existen otros mecanismos para conseguir esa finalidad, solamente que tomará más tiempo para llegar a ello.
Lo importante y el quid del asunto está en que existe la predisposición de encauzar el país, de buscar mejores días especialmente para los más pobres. No hay otro norte cuando de revolución hablamos.
Insisto, si gana la propuesta del Ejecutivo, el camino está allanado y los sectores que se opusieron tendrán que ajustarse al marco legal que deviene.
Si la propuesta sufre un revés, también se puede rescatar lo positivo de la campaña, en la que se han expuesto análisis de oficialistas y opositores, de los que se puede sacar importantes conclusiones que probablemente servirían de base para nuevas propuestas de cambio.
Esta forma de ver el panorama político del país es propositiva. Se trata de sacar lo bueno de cualquier situación y afianzarla para beneficio general. Por ello, de todo lo que se dijo en la campaña, hay mucho por reflexionar: se unieron muchos compadres que no lo querían hacer público, se ubicaron en la vera del frente quienes se habían cruzado subrepticiamente, confirmaron su condición de mentirosos aquellos que habían sido tildados de ello con antelación, y muchos enarbolaron una bandera de uno de los bandos cuando antes habían permanecido ocultos.
Es lo bueno de la democracia. Consultar al pueblo, que es el máximo mandante, siempre será beneficioso para esta forma de gobierno, ya sea de izquierda o derecha o como se lo quiera determinar, pero democrática al final.
Atentamente,
Ramiro Serrano Miranda
C.C. 0908643810
Durán - Ecuador