Si alguien no está preparado para ejercer un cargo en la función pública, lo sensato es dar un paso al costado, evitando hacer el ridículo, y que los más capacitados tomen la posta.
El voto mayoritario del pueblo ecuatoriano se ha expresado en las urnas dando su respaldo al Consejo de Participación Ciudadana y Control Social Transitorio, para evaluar, calificar y, de ser el caso, remover de sus funciones a quienes no supieron cumplir con sus obligaciones.
La honestidad, responsabilidad, honorabilidad y equilibrio emocional de personas con criterio formado recibieron el encargo del pueblo ecuatoriano para hacer justicia y devolver la confianza a la gente y las instituciones públicas con gente responsable y capaz.
La justicia secuestrada, ¡nunca más! (O)
Dr. Rodrigo Contero Peñafiel