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Tenemos conocimiento del tristemente célebre Cartel de Sinaloa, que ha extendido sus tentáculos de barbarie a otros países de América, incluyendo al nuestro, en donde se han iniciado procesos penales, inculpando a inocentes, que por maniobra de los testaferros criollos de Sinaloa aparecen envueltos en las pobres y sospechosas investigaciones policiales y son finalmente declarados culpables.
Hace más de dos meses se informó al mundo la desaparición de 43 jóvenes estudiantes y normalistas mexicanos. Ahora, atónitos, se nos hace conocer que deshumanizados individuos de baja monta declararon fríamente que se había cometido asesinato con sádica inmolación contra los 43 normalistas en México, Ayotzinapa, estado de Guerrero.
Denunciamos que este hecho de salvajismo cavernario no es aislado, que la ponzoña letal del narcotráfico es ‘teledirigida’ por las grandes empresas imperialistas, que ahora no solo viven de la fabricación de armas para su negocio central que son las guerras, sino que han acrecentado -hace más de dos décadas- su ambición con el desalmado narcotráfico, envenenando al mundo con diabólica impiedad. Exijamos, hermanos de todos las naciones, que el país de mayor consumo de drogas legalice los estupefacientes, lo que dejaría sin piso a los productores de ellos, porque ya esa malvada modalidad comercial dejaría de ser negocio. Unidos todos desterremos a los que, amasando fortunas, destruyen y aniquilan al sencillo caminante del planeta.
Arturo Santos Ditto