Inicialmente se debe hacer unas sucintas precisiones sobre lo que considero es una “red social” y una “red social informática”. Emergen ciertas distinciones entre estas dos construcciones, que al fin y al cabo, tienden a utilizarse sin ningún tipo de diferenciación. La red social para algunos es solamente la informática, pero esto no quiere decir que no haya relación entre las dos.
La red es un conjunto de lazos cruzados entre sí, anudados, y que se dice social cuando hay lenguaje de por medio, vigente como una estructura; y si se habla de lenguaje, se trata del ser humano. Existe una cierta complejidad en esta relación, que bien puede ser definida como el “lazo social”, tratándose de esto la relación humana, que por ser una estructura formada por el lenguaje, ya es virtual.
Ahora, esta forma de red social “informática” se caracteriza por cierta superficialidad, es una cadena, no hay nudo, hay un amontonamiento descomunal, uno sobre otro; uno agregado al otro. Y no se puede pensar que de lo que aquí se habla es de interacción social. Es un fenómeno de masas que puede ser catalogado como una forma de “masturbación social”, es decir, se anhela la interacción de manera online, de una forma egocéntrica, autista. Ya de por sí la interacción social es virtual, entonces la que se pretende hacer por medio de Internet, es virtual al cuadrado.
No cabe duda de que las redes online tienen su función de búsqueda de gente, ciertas tendencias socialistas y su función comunicativa, y es de esta última a la que se va a aludir.
Sin ser su detonante, la catástrofe ocurrida en Japón comprobó la fuerte tendencia que hay para comunicar en Internet y, específicamente, en Twitter. Se ha dicho que ahora todos los que seguimos Twitter somos unos comunicadores sociales potenciales. Sin embargo, esto no es del todo cierto, ya que si los medios y sus comunicadores sociales tienen sus parcialidades y márgenes de error, ya se imaginarán los que quieren hacer de comunicadores sociales dentro de las redes sociales online.
Ya los daños mediáticos no necesariamente vendrán de los medios de comunicación tradicionales, sino que ahora se suman los de las redes sociales informáticas, con sus respectivos comunicadores. La cuestión democrática en las redes es muy importante, pero es lo mismo que se critica como libertad de expresión, a libertinaje de expresión; informar sobre un hecho, sabiendo poco del mismo. La característica democrática del Twitter es hacer comentarios, decir lo que se piensa, sus estatus, etc. Pero es esta atribución de comunicador social la que se relacionaría con la ya sabida crítica a los medios de comunicación, de tomarse intereses y sesgos muy alejados de la realidad, conociendo que describir un hecho “real” contiene una carga potencial de subjetividad, pasa en los medios y, peor, pasa en las redes online.
Carlos Silva Koppel