Como en busca de una conexión popular, la actual administración quiteña ha ordenado con destreza muy tardía la revisión del impuesto predial; mientras que el Centro Histórico y sus aledaños no han llegado a su máximo desarrollo o perfeccionamiento, a causa de la discordia en los planes operativos que generan desconfianza risible en la mayoría popular.
Voces consecuentes a la voluntad capitalina se sienten traicionadas por una ilusión, ahora una representación fallida, hasta podría hablarse de incompleta, que se manifiesta en los sureños sectores de Turubamba al observarse la inmundicia desperdigada en cada poste o recolector metálico.
A veces inteligibles, otras desatinadas, las actuaciones gubernativas del Cabildo carecen de fuerza remediable, entendimiento social, pero además existe la ausencia de aquella celestina política que busque al acérrimo sucesor. (O)
Miguel Ángel Andrade Ortiz