Tiene igual o más importancia que las otras cuatro funciones del Estado: Ejecutiva, Judicial, Legislativa y Electoral, llamándose, De Transparencia y Control Social. Fomentaría principalmente una intensiva participación ciudadana que nunca se dio y fue creada en Montecristi por el señor Correa.
El hoy prófugo de la justicia la puso a sus órdenes convirtiéndola en un “parto de los montes”, al utilizarla para ubicar a sus testaferros en puestos claves de la administración como: Contralor, Procurador, superintendentes, Defensor del Pueblo, Defensoría Pública, Fiscal, miembros del CNE, Tribunal Contencioso Electoral y Consejo de la Judicatura. Las aberraciones de Correa desacreditaron tanto al Quinto Poder, que Julio César Trujillo -su actual titular- propuso desaparecerlo.
Los tiempos se han venido cortos y la eliminación de aquel equivaldría a suprimir el Congreso, requiriéndose para hacerlo la conformación de una Asamblea Nacional Constituyente, necesaria para elaborar la Constitución 21 que reemplace a la obligatoria pero írrita de Montecristi; hasta tanto las obligaciones del Quinto Poder siguen intactas y será compromiso de los 7 consejeros definitivos, exentos de ambiciones y banderías políticas, como quien suscribe, que le den el sitial honroso que nunca tuvo. (O)
Dr. Carlos Mosquera Benalcázar