Desde siempre las clases dominantes expresadas en los partidos: Liberal, Conservador, Democracia Cristiana, Social Cristiano, Izquierda Democrática, CFP, Roldosista (ahora FE); con diferentes nombres, diferentes rostros, han tenido una sola intención: ¡Saquear Ecuador!

Recibieron y dieron coimas en el gran negociado de la contratación pública. Se adjudicaron enormes cantidades de tierras, capitalizaron a la banca privada, generaron incentivos a la producción de sus empresas. Gracias al manejo de información privilegiada, amasaron grandes fortunas, beneficiándose de devaluaciones monetarias, de la especulación de grandes extensiones de tierra y crearon grandes empresas para el aprovechamiento de los fondos del Estado. La sucretización de la deuda en dólares de los empresarios, la emisión de papel moneda sin respaldo económico y el control que ejercían sobre presidentes de la República títeres o socios de ellos, ministerios, alcaldías, prefecturas, los hacía principales beneficiarios de la obra pública. Sus urbanizaciones, mansiones, haciendas y negocios, siempre prósperos, son una clara muestra de aquello.

Esta es la ‘gran obra’ realizada por la partidocracia corrupta, hoy representada por Lasso, Viteri, Moncayo, Bucaram, Nebot, Rodas, Carrasco, coaligada con los empresarios de la banca y de los medios de comunicación privados. Por eso se entiende que la Revolución Ciudadana y, básicamente, el compañero presidente Rafael Correa sean su enemigo fundamental. Haber construido políticas públicas en salud, educación, vialidad y la protección de la producción nacional en beneficio de los grandes sectores populares los ha herido de muerte. En su resistencia a morir agitan las aguas y lo único que han logrado es irse desenmascarando a sí mismos.

Jaime Nebot, quien aparece en una supuesta lista de beneficiarios de sobornos de la empresa corruptora Odebrecht, junto con varios de sus coidearios, con el alias de ‘Matraca’ (traducción del portugués al español Matraca: traquetear que significa mover, agitar, ir de un lado a otro) se ha dedicado junto con la gran burguesía ecuatoriana a ‘traquetear’ con los recursos y las aspiraciones del pueblo ecuatoriano. Es decir, hoy la vieja burguesía, representada por Viteri, Lasso y Moncayo junto a sus nuevos y ‘frescos’ representantes, Rodas, Carrasco, ‘Dalo’ Bucaram, pretende recuperar el gran negocio que implica ‘traquetear’ con los fondos públicos en empresas offshore, paraísos fiscales, compra de lujosas propiedades en territorio nacional y en el extranjero.

La palabra traquetear me recuerda al término que usa el vulgo en Colombia para nombrar a los traficantes de drogas: traquetos; el nombre se les da porque siempre están moviendo sustancias y dinero ilegal de un lado a otro.

¿Matraca = Traqueto? ¿Partidocracia traqueteadora? ¡Extraña coincidencia! (O)

Manuel Pérez Rendón