“El desánimo lleva a la falta de visión, y esta a la falta de confianza e inseguridad”, escuché de las palabras de una sabia mujer cristiana el pasado domingo, basándose en fragmentos de la palabra de Dios. Y definitivamente, creo que es cierto.
Coincidentemente, en la misma semana, escuché a una reconocida terapeuta familiar sistémica que hablaba del mismo tema bajo el nombre de “La queja”; de ella escuché: “No hagamos de nuestra historia un pretexto para pasar la vida en el sofá de la queja en lugar de caminar hacia adelante”.
¿Será acaso que definitivamente nos estamos volcando a quemar nuestro valioso tiempo de vida lamentándonos por lo que pasa y por lo que aún no pasa?... Por salud y para llevar menos peso en nuestras espaldas, seamos agentes de cambio en el trabajo, en la casa y, sobre todo, en nosotros mismos.
Porque, lamentablemente, pienso que cuando damos oídos a la queja y el lamento, muchas veces lo que buscamos es proyectarnos en las palabras del otro. Que este cambio empiece en nosotros, levantando paredes a lo negativo y atesorando nuestra paz interior. (O)
Ms. Paula Pettinelli Gallardo