El sistema de transportes Metrovía tiene muchos aciertos como errores y todos han sido aplaudidos y denunciados a su debido tiempo cuando se ha presentado la oportunidad.
Se dice que los vehículos cumplieron su tiempo de vida útil -inclusive fuimos testigos de que a uno se le desprendió la hoja de una de las puertas-, que emana gases contaminantes, que en horas pico no abastece la necesidad de transportarse de los usuarios, que ya no les valen los ventiladores, etc.
Sin embargo, el lunes 11 de julio me topé con algo (alguien) que hizo la diferencia en este servicio: el conductor.
Lo acontecido. Caminaba, como de costumbre a la parada denominada Universidad de Guayaquil, a tomar el articulado con dirección a Bastión Popular. Mi parada sería la Bellavista, en la Av. Carlos Julio Arosemena. Me faltaba media cuadra para alcanzar el andén de ingreso cuando llegó el bus. Por experiencias anteriores presumí que no alcanzaría a abordarlo, así que no corrí y seguí con mi habitual paso semiapresurado. Llegué al andén, cancelé el valor de mi pasaje en la cabina y tuve tiempo de ingresar y me embarqué en el vehículo. Me acomodé de pie a un costado, previendo sostenerme para evitar una caída en el arranque que calculé sería en cuestión de segundos y a esperar mi parada de destino. Pero lo aún más sorprendente es que el chofer del vehículo no cerró las puertas y esperó a otros usuarios que venían con considerable distancia detrás mío. Miré hacia adelante y vi que el motivo de esa espera guardaba concordancia con la luz roja del semáforo.
Quizá para alguno o algunos de los miles de usuarios diarios de la Metrovía el acontecimiento que motivó este relato es algo frecuente. Pero estoy seguro de que para otros muchos no lo es; inclusive para mí fue la primera y grata experiencia de esta índole.
De la tarjeta identificatoria tomé el nombre del chofer: Omar Guananga Pilco. Código de Operación 12-1. El vehículo 20-12. Es menester brindarle el reconocimiento que merecen estas personas que cumplen su trabajo a cabalidad y con las consideraciones que merecen los usuarios. Que sirva de ejemplo para sus compañeros.
Atentamente,
Pedro del Solar
Durán - Ecuador