Marzo 10.03
Convertir la vida de los pueblos en motivo de risa, ofensa. Irrespetar burlonamente a los vivos y muertos, levedad. Desconocer los procesos históricos con “humor”, torpeza.
Mofarse de la historia y de sus hombres, absurdo. Proferir insultos enmascarados en bufonadas, cobardía. Describir el futuro maquillado de “chistes”, temor. Interpretar “jocosamente” realidades incontrastables, angustia.
Divertir al amo ladrando y moviendo la cola, esclavitud. Estoy convencido de que son pocas las definiciones para caracterizar a un “chistoso” columnista y a un “gracioso” dibujante del medio “libre e independiente” de la ciudad, pero suficientes para conocer la miseria espiritual de la que son portadores y explicarme la sorna de sus escritos y gráficos. Queda abierto el espacio para enriquecer la personalidad de estos remedos de hombre.
“Reírse de todo es propio de tontos”. “El hombre que se ríe de todo es que todo lo desprecia”, E de R.
Dr. Cesar Bravo Bermeo
Buenos Aires, Argentina