Todos los seres humanos, nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente unos con los otros.
Se menciona esta proclama porque en algunos países se está aprobando -mediante ley- el aborto provocado y en otros oponiéndose. Hay pros y contras en esta pugna; está de más recordar que existen más de 15 anticonceptivos y la vasectomía masculina.
El asunto parece que va porque con la legalización se permitiría hacerlo con atención gratuita gozando del derecho de la gratuidad de la salud que a todos nos corresponde en los hospitales públicos.
Creemos que lo mejor no es penalizar ni crear ley que lo permita, sino dejarlo al libre albedrío, o sea en la conciencia de las féminas. (O)
César Antonio Jijón Sánchez