Con la evidente campaña política camuflada que ya inició la derecha liderada por el banquero y ex funcionario del gobierno de Mahuad, parte del feriado bancario y otros funestos recuerdos para el pueblo ecuatoriano, quienes creemos en un verdadero cambio de época tenemos que hacerle la advertencia al país sobre el peligro que representa para los intereses populares que toda la corruptocracia se una para frustrar la transformación que cada día se siente con más fuerza en todos los sectores sociales, económicos y culturales de la nación. Solo un ciego o un obcecado odiador  puede desconocer la gran obra que se realiza con el gobierno del Presidente Correa. Hoy más que nunca debemos unir fuerzas para frenar cualquier intento de la partidocracia para retomar el poder político. No queremos volver a ese pasado vergonzoso de injusticia social, donde los intereses particulares y de élite prevalecían sobre las aspiraciones de los pobres y más necesitados ciudadanos y ciudadanas. Se viene un año político duro y la organización popular debe empezar por superar cualquier diferencia o discrepancia entre nosotros, que tenemos convicciones y principios claros para apoyar al presidente Rafael Correa. Nos identificamos con él porque mantiene un liderazgo moral, firme y eficaz que permite que el cambio sea más acelerado y podamos ver los resultados y logros, como se están viendo todos los días en obras y realizaciones en todas partes del territorio ecuatoriano, sin discriminación para los cantones pequeños y provincias que fueron ignoradas durante toda la historia política del Ecuador. No caigamos en el error de menospreciar a un candidato tan poderoso como sería Guillermo Lasso, con apoyo de grandes fortunas de empresarios y políticos desleales y farsantes. No olvidemos que ahora que los privilegiados están obligados a pagar impuestos desean tener un tutor para proteger sus protervos intereses y de alguna manera añoran la “Gran feria de la alegría” que les permitía manejar al país como una gran hacienda. Los ciudadanos y ciudadanas común solo servíamos para votar cada cuatro años y elegir un sucesor de la tragedia nacional. Preparémonos para la gran batalla de 2013 y ratificar las victorias logradas hasta el momento por el pueblo ecuatoriano, abanderado por nuestro Presidente.

Efrén Roca Álvarez
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