Se ha corrido el telón del tradicional “teatro” de la política -politiquería de algunos- criolla, las gradas -todavía vacías- los tramoyistas y los actores -noveles y profesionales- se combinan unos, se mezclan otros, pero a todos ellos los anima presentar la mejor obra “teatral” -comedia, drama o burlería- dependiendo de su cualidad, para tratar de cautivar a los espectadores en el aplauso que signifique la aprobación a su puesta en escena.
A las puertas de la campaña electoral previamente a los comicios a las diferentes dignidades de elección popular
generan en los interesados asumir los roles estelares, disputarse el mejor guión para captar el o los puestos clave de la administración; nacional, regional, provincial, cantonal y parroquial.
Los insoslayables recursos son el maquillaje exterior y el vocabulario que utilizarán de acuerdo al escenario donde acudan a presentar su función, en la que más que mostrar su programa -algunos lo harán- tratarán descalificar a la competencia, con mayor razón, si esta forma parte del Gobierno Central, provincial o municipal en actividad.
Caso muy sui géneris de esta campaña es que los personajes de la oposición y los que añoran el statu quo, porque fueron -son- beneficiados de la inequidad galopante de la historia republicana -con honrosísima excepción-, y los adoradores del tango “Cambalache”, coinciden en un objetivo y esgrimen la muletilla de acabar con el “correísmo”, porque quien lleva ese apelativo tuvo el “sacrilegio” de ordenar la casa, no partir la torta del presupuesto estatal con las parcelas partidistas y sus adláteres del trust financiero y aquellos enquistados en sindicatos, gremios, y direccionó ese recurso en beneficio de todo el país.
Es un llamado a la reflexión al movimiento Alianza PAIS, que debe renovarse con gente profesional, de preferencia joven, ratificando a quienes han sido consecuentes con la Revolución Ciudadana. Lo bueno de la democracia es que el espectáculo -dramatizado o circense- es gratuito y los asistentes deberán premiar, en su momento, con su voto, luego de un profundo análisis, al personaje que llegó a su conciencia crítica y corazón de verdadero ciudadano.
Lenín Manuel Moreira Moreira