Los bebés concebidos con las técnicas empleadas en las clínicas de fertilidad, tienen entre cuatro veces más posibilidades de tener ciertos defectos congénitos, malformaciones, que los niños concebidos de forma natural, según ha revelado un estudio reciente.
Entre las malformaciones que se han detectado se encuentran los problemas cardíacos, labio leporino, paladar hendido y anomalías en el esófago o en el recto. Estas enfermedades se presentan una vez cada 700 nacimientos. Las técnicas de reproducción asistida, como la fertilización in vitro, que exige que los médicos trabajen con los embriones y el esperma fuera del organismo humano, aumentaron estos graves peligros.
“Creo que es importante considerar el hecho de que puede existir un riesgo de defectos congénitos”, afirma Jennita Reefhuis, epidemióloga del Centro para el Control y Prevención de la Enfermedad y autora de un estudio publicado en el periódico digital Human Reproduction.
La doctora también ha dicho que su estudio, aunque vinculaba los procedimientos de fertilidad con defectos congénitos, no demostraba esta conexión ni la explicaba. Si la conexión es real, no se sabe si los procedimientos aumentan el riesgo de estas malformaciones, o si es la infertilidad misma la que eleva este riesgo.
Por otra parte, el doctor James A. Grifo, director de la clínica de fertilidad del Medical Center de la Universidad de Nueva York, afirma que se necesitan más investigaciones para probar estos hallazgos porque el estudio solo es de 281 mujeres que se habían sometido al tratamiento de fertilidad. A pesar de todo, “los resultados son preocupantes, pero, con una muestra pequeña de pacientes, se necesitaría hacer un estudio mayor”, dice el doctor Grifo.
También el doctor Alan R. Fleishman, vicepresidente de March of Dimes, dice: “Creo que es un estudio importante, confirma la dirección en que nos preocupaba: un aumento en algunos defectos congénitos estructurales en niños nacidos con técnicas de reproducción asistida”. Las mujeres que decidan someterse a este tratamiento de fertilidad deberían ser informadas del peligro de malformaciones en sus hijos.
La fecundación in vitro se podría definir como la toma de los gametos masculino y femenino para unirlos fuera del cuerpo humano y, posteriormente, transferir el embrión fecundado al útero de su madre para que se implante y comience el embarazo.
Además de los riesgos de malformaciones en el niño, ya indicados, la fecundación in vitro va contra natura. Alguien dijo que Dios perdona siempre, los hombres algunas veces, pero que la naturaleza nunca perdona.
Clemente Ferrer
Madrid, España