La pregunta puede parecer necia, pero no lo es porque en Guayaquil la situación del tráfico vehicular se vuelve cada vez más insostenible. El caos es generalizado: cualquiera saca un “pichirilo”, carreta o tractor y recorre las autopistas de la ciudad sin ninguna consecuencia legal.
Las calles, sin embargo, están pobladas de vigilantes de tránsito que los ciudadanos no sabemos qué hacen, porque las infracciones no las sancionan. Nadie respeta los carriles, los discos “Pare” o los de “Ceda el paso”.
Muchos conductores siguen cargando pasajeros en los baldes de las camionetas, pero los vigilantes no los ven. Alguien tiene que solucionar este asunto.
Luis Antonio Espinoza
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