Durante años el mundo ha vivido pendiente de lo que ocurre en Medio Oriente. Las noticias siempre hablan de enfrentamientos, intifadas, ataques, guerras. Ahora le toca a la ONU jugar un papel importantísimo.

Ya no son solo las grandes potencias, hábilmente el presidente palestino ha puesto el conflicto en manos de toda la comunidad internacional. Luego de tanto sufrimiento es justo que la Organización de las Naciones Unidas reconozca a Palestina como el Estado 194.

Estados Unidos no lo quiere porque cree que compromete la seguridad de su histórico aliado, Israel. Nada más alejado de la verdad.

Aunque el Estado judío actualmente está gobernado por un régimen conservador, la decisión de la ONU mandará el poderoso mensaje de que el mundo no tolerará abusos, representados en la permanente construcción de asentamientos.

Pero al mismo tiempo los palestinos se verán alentados por el espaldarazo que les da la actividad diplomática. Se convencerán de que los diálogos, en pocos meses, les han dado más que años de guerras.

Sería un excelente broche que se reconociere el Estado de Palestina el mismo año que Medio Oriente vio caer a los más grandes tiranos que recuerde.

Atentamente,

José Javier Pérez