Un señor, que presumía de importante, dijo: “El país necesita tranquilidad”; ¿a cuántos habrá engañado tal señor?
Hace un siglo, y un poquito más, Ecuador existía en “la paz de los sepulcros”. Hoy, exige vida; pero la oscuridad obscena pretende aún volver a su dominio. Sin claridad, difícil caminar con seguridad por el mejor camino.
El corrupto engaño fue y será siempre grave peligro social.
Sana libertad la que estamos logrando, con dominio mental y físico, imprescindible en toda sociedad humana.
Seamos honrados, decididos; edifiquemos un Ecuador sano, una sociedad realmente humana, como lo está logrando el Socialismo del siglo XXI, liderado por el Ec. Rafael Correa Delgado.
Imprescindible, eliminación definitiva de la incapacidad mental e inmoralidad dominantes en el siglo anterior y primeros días del actual.
Urgente es la instrucción máxima de mujeres y hombres, como lo intentó el General Alfaro. La falta de preparación mental, en las mayorías, facilitó el engaño de los inmorales de etiqueta.
Hoy, la voluntad mayoritaria de la sociedad “Pueblo Soberano”, en democracia, hemos decidido el sano cambio, que ya transitamos.
Detenernos sería traición.
Atentamente
Alberto E. Vega R.