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El Telégrafo

Nuevas normas

20 de julio de 2014

La Comisión del Codex Alimentarius, el organismo de la ONU encargado de las normas alimentarias, aprobó esta semana nuevas medidas para proteger la salud de los consumidores en todo el mundo, entre ellas los niveles máximos aceptables de plomo en los preparados para lactantes y de arsénico en el arroz.

Operada conjuntamente por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Comisión del Codex Alimentarius establece normas internacionales de seguridad e inocuidad de los alimentos para promover alimentos más seguros y nutritivos para los consumidores en todo el mundo. Las normas del Codex sirven en muchos casos como base para la legislación nacional, y proporcionan los parámetros de inocuidad alimentaria para el comercio internacional de alimentos.

La Comisión del Codex Alimentarius adoptó una recomendación de no permitir más de 0,01 mg de plomo por kg en los preparados para lactantes cuando se consumen.

Los bebés y los niños pequeños son especialmente vulnerables a los efectos tóxicos del plomo. Pueden padecer efectos adversos para la salud profundos y permanentes, que afecten especialmente al desarrollo del cerebro y el sistema nervioso, lo que puede disminuir su capacidad de aprender.

El plomo existe en el ambiente y pequeñas cantidades pueden terminar en los ingredientes que se utilizan en la producción de preparados para lactantes.

Los niveles de plomo en los preparados para lactantes pueden ser controlados obteniendo las materias primas de zonas donde el plomo está menos presente.

Por primera vez, el Codex ha adoptado un nivel máximo para el arsénico en el arroz de 0,2 mg/kg. La exposición prolongada al arsénico puede causar cáncer y lesiones de piel. También se ha asociado con efectos negativos sobre el desarrollo, enfermedades del corazón, diabetes y daños en el sistema nervioso y el cerebro.

El arsénico está presente en niveles elevados de forma natural en el agua subterránea y en el suelo en algunas partes del mundo. Este elemento tóxico puede entrar en la cadena alimentaria cuando es absorbido por los cultivos.

El arroz en particular puede acumular más arsénico que otros cultivos, y debido a que es el alimento básico para millones de personas, puede contribuir significativamente a la exposición a este elemento, que es perjudicial para la salud humana.

La contaminación por arsénico en el arroz es especialmente preocupante en algunos países asiáticos, donde los arrozales se riegan con aguas subterráneas que contienen sedimentos ricos en arsénico bombeadas desde pozos entubados poco profundos.

La Comisión recomendó que el uso de ciertos medicamentos veterinarios debe restringirse en los animales destinados a la producción de alimentos con el fin de evitar que las cantidades residuales de estos medicamentos puedan permanecer en la carne, leche, huevos o miel.

Los ocho medicamentos (cloranfenicol, verde malaquita, carbadox, furazolidona, Nitrofural, clorpromazina, estilbenos y olaquinadox), incluyen antibióticos y promotores del crecimiento, lo que puede tener efectos potencialmente adversos en la salud humana.

Benjamin Labatut
Prensa Oficina Regional de la FAO

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