Sin el ánimo de polemizar, pero sí el de sugerir y hacer notar que con atribuciones, mal utilizadas, se están efectuando por parte de ciertas instituciones, concursos programados muy a la ligera, en los que se solicita y convoca a la ciudadanía para que vía internet ponga o busque el nombre a determinadas obras, incluyendo algunas que ya lo tenían pero que consideran que deben ser cambiados.
Estos rebautizos o bautizos resulta que a veces no son lo más adecuado, considerando que los nombres seleccionados, así como los elegidos, ya están plasmados en otros sitios públicos o privados.
La Empresa Pública de Parques Urbanos y Espacios Públicos promovió el concurso ‘Ponle el nombre a tu parque’ y debió tomarse un poco más de tiempo para cerrar el concurso. Según las noticias, seleccionaron 3 nombres y, de ellos, el ‘Parque Central Huancavilca’ contó con el apoyo del 80% de votos.
Los guayaquileños de estirpe huancavilca manifestamos con alegría que nuestra urbe es huancavilca y tenemos una calle con ese nombre, un coliseo, un colegio, una ciudadela y hasta un buque de la Armada ecuatoriana.
Ante este hecho consumado, mi propuesta a destiempo es para recordar que el parque pudo tener otro nombre como Isidro Pavón, aquel sargento prócer de la gesta libertaria del 9 de Octubre de 1820, en unión del también sargento José Vargas, oriundos de Guayaquil. Ellos estuvieron donde se libró el primer combate con el resultado de varios heridos y la muerte del capitán Joaquín Magallar.
El arrojo del sargento Pavón fue reconocido por don J.J. de Olmedo, quien, apenas asumió la Jefatura Política, enalteció esa valentía.
Los guayaquileños recordamos que con la construcción de pasos a desnivel, frente al Cementerio General, existió una callecita estrecha que honró el nombre de ese patriota y era conocido como la ‘Sargento Pavón’.
Hoy es necesario reivindicar ese nombre por el gesto que hizo por Guayaquil, erigiendo aunque sea una placa en el próximo Parque Central Huancavilca.
César Antonio Jijón S.