Se anuncia que a partir del 1 de junio se procederá a sancionar con multas de $ 386 (las más altas del mundo referentes a la circulación vial). La pregunta recurrente: ¿La Autoridad de Tránsito Municipal (ATM) está para prestar servicios a la colectividad o para aplicar multas? Si es por la primera intención, bien podría colocar en cada una de las catorce intersecciones del centro de Guayaquil un vigilante que ordene el tránsito.
Si es para lo segundo, bien está colocar las cámaras. Sin dudas, el bloqueo tiene su punto neurálgico en las bocacalles, pero eso es producto de que las llamadas cuadras no son tales. En otras ciudades las calles son mucho más anchas -dos o tres carriles- y las cuadras tienen de longitud de 100 a 150 metros; en el centro de Guayaquil, pocas llegan a los 100 metros. Se debe tomar en consideración que en cada esquina, como es lógico, hay rampas, pasos cebras; la longitud de los colectivos va de 12 a 15 metros; la de vehículos livianos, 5 a 7 metros; la distancia conservada entre vehículos es de 0,60 cm.
Sacando un balance nos damos cuenta de que solo caben tres colectivos, dos autos y un par de motos. Como las cuadras son cortas, la velocidad de circulación es mínima porque se tiene que respetar a los peatones y al semáforo de la esquina; en la siguiente cuadra la situación es igual, lo que hace tormentosa la conducción en ese sector. Y con las cámaras se agravará la circulación. En cada intersección de las calles donde colocarán las cámaras existen semáforos.
¿Será que se los respetará? ¿Será que quieren darle uso a la tecnología para evitarse reclamos por el alto costo de multas? ¿Será que resulta más económico usar cámaras que seres humanos? (O)
César Antonio Jijón Sánchez
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