Recordando la lucha de las mujeres por tener su espacio dentro de la sociedad y tener los mismos derechos y obligaciones que el sexo fuerte, también debemos recordar a aquellas familias que esas mismas mujeres forjaron.
Noches enteras sin dormir, ojeras sin cubrir, trabajar en casa con los hijos; y con los esposos la tarea también había que cumplir. Sin embargo, hoy en día se educa en la igualdad de género.
En nuestra búsqueda de satisfacción personal, nos hemos olvidado de que somos mujeres, el ser más bonito del planeta, ese que enseña a amar y caminar; ese que enseña también a los hombres a respetar y valorar.
Somos nosotras, las mujeres, las que tenemos la noble tarea de criar hombres cada vez más humanistas y mujeres cada vez menos machistas. (O)
Martha Isabel Heras Jara