El pasado 25 de junio se cumplieron 10 años desde el fallecimiento del “Rey del Pop” Michael Jackson. Una década después de su partida física, la superestrella de la música sigue dando de qué hablar.
Conmemoraron la fecha escuchando su voz, aquellos que aman la buena música, y sus detractores volvieron a hacer trizas su legado.
Ganador de 13 premios Grammy, 26 American Music Awards, vendió más de 400 millones de discos (según expertos del mundo discográfico) y donó a lo largo de su existencia $ 300 millones a causas benéficas.
Con la reciente transmisión del documental Leaving Neverland revivieron las acusaciones en su contra por abuso infantil. Acusaciones que su familia sigue negando rotundamente.
Hay que aprender a separar al personaje de la persona. Su legado musical y artístico es innegable e indiscutible, su vida personal y privada, siempre expuesta, generará comentarios por largo tiempo.
Lo cierto es que Michael Jackson marcó y cambió, para siempre, la historia de la música y a lo largo de cuatro décadas fue un ícono de la cultura pop, y aún hoy lo sigue siendo.
En una ocasión dijo: “La gente siempre estará dispuesta a pensar lo peor de ti”. A buen entendedor, con pocas palabras bastan. (O)
Pablo Virgili Benítez