Es lamentable que la corrupción incrementada vergonzosamente en los últimos años se la defienda con ideas traídas de los cabellos por ser “un arreglo entre privados” como dice el caudillo.
Suponer que son casos aislados o que no se tuvo conocimiento de planes, proyectos o programas que se implementaban en el país solo con autorización superior o negar hechos de trascendencia nacional es de irresponsables y cómplices ¿o nos creen ingenuos?
Para detener el populismo es necesario ser más conscientes, mejor preparados, hacernos visibles con menor sello personal, rodearnos de técnicos y especialistas, ser más persistentes, darnos tiempo para el análisis y la reflexión.
Debemos forjar nuestra personalidad con mayores recursos intelectuales para hacer un análisis a las propuestas de los futuros candidatos, y no ser presa fácil de los políticos de siempre para no tener que decir: Merecíamos algo mejor. (O)
Dr. Rodrigo Contero Peñafiel