Nuevamente Cecilia Velasco arremete contra Cuba. Usa información falsa y muestra un sentimiento visceralmente anticubano y alejado de la realidad. Emplea de fuente a “Cubanet”, medio desacreditado y que reconoce públicamente que recibe financiamiento de EE.UU. para promover la subversión contra el Gobierno cubano y su pueblo. Publica una imagen torcida de un país y un pueblo que no conoce.
Resulta irrespetuoso presentar los procesos electorales en Cuba como meros eventos de “espiritualidad y adoctrinamiento”, e indicar que la dirección histórica del país ha apelado más “a las emociones que a la racionalidad”. La Revolución cubana costó valiosas vidas de cubanos y ha sido conducida por líderes con una estatura moral y un compromiso patriótico que resulta grosero simplificarlo de la manera en que se hace.
El 24 de febrero, el pueblo cubano asistirá a las urnas, que serán custodiadas por niños, algo de lo que nos sentimos orgullosos. Niños felices y con derechos. El pueblo ejercerá su voto, directo y secreto, para aprobar la nueva Constitución, tras participar en un proceso de consultas, dentro y fuera del país. Cada cubano pudo presentar sus consideraciones sobre el texto inicial, que se modificó en cerca del 60%, por las opiniones recibidas. Un proceso tan democrático y participativo se realiza en muy pocos países.
El pueblo cubano ratificará la continuidad de la Revolución y del sistema socialista que, frente al más brutal e ilegal bloqueo económico que haya sufrido pueblo alguno, es la opción de desarrollo y de ordenamiento político y jurídico que soberanamente nos hemos dado y ha traído importantes logros y justicia social.
Lo que realmente “duele” al imperialismo norteamericano y a sus acólitos es que el pueblo cubano haya sido capaz de construir un país digno e independiente, y que haya tenido la conciencia y la valentía de defender, a un alto costo humano y material, una democracia verdadera “con todos y para el bien de todos”. (O)
Rafael Dausá Céspedes
Embajador de Cuba en Ecuador