No quiero entrar en pugnas sobre los intereses sociales que todavía mueven a la izquierda tradicional versus los que señalan el camino a la del nuevo siglo, pero al encontrar en estas nuevas declaraciones el mismo principio industrializante hay que suponer que se nos trata de transmitir algo tan simple como lo siguiente: que la educación nacional será desarrollada, básicamente, con instrumentos depurados (pero prestados) del capitalismo tradicional.
Tal como se usa la frase ‘matriz productiva’ en los diferentes discursos, la oración ‘matriz cognitiva’ suena tan tecnicista y tan utilitarista como la primera.
Mi preocupación es: ¿No estamos provocando, con cierto tipo de discursos y de incentivos a mano suelta, una mentalidad que como sociedad nos juega en contra al casi endiosar las carreras de tecnificación y descuidando potenciar al mismo tiempo gran parte de la enseñanza que tiende, por sus peculiares características, a volvernos humanistas, conocedores diestros de un pasado cada vez más opaco, pacíficos, cálidos unos con otros, así como con todo lo que nos circunda?
Veglio Clavijo