Señor director de diario El Telégrafo, soy un pequeño empresario que me informo de nuevas oportunidades y de las condiciones de los mercados con la finalidad de buscar sitios donde lograr colocar las artesanías que mi familia produce en un pequeño taller en Playas, provincia del Guayas. En las últimas semanas leo a través de la Internet, los periódicos públicos y privados.
He observado como los primeros advierten sus beneficios que me convencen de la necesidad de esta nueva normativa, pero al cambiar de dirección web quedo espantado con lo que afirman los medios de comunicación privados de que estaría coartándose toda la libertad de expresión que existe. Por su intermedio solicito, aunque es una sola voz el que lo pide, que en sus páginas se haga un verdadero debate abierto de los articulados de la nueva Ley propuesta y que está en debate en la Asamblea Nacional.
Hay una necesidad de conocer lo que dice el documento, porque leer la interpetración que hacen los asambleístas cuando son entrevistados o lo que dicen los periodistas de los medios privados puede o no estar alejado de la realidad.
Nosotros que somos el común también necesitamos leer los artículos propuestos y sacar nuestras propias conclusiones de si es buena o mala la nueva Ley de Comunicación, aún en debate.
Sigilfredo Ramírez Tola