El problema ahora está manifestándose en el tránsito y tráfico motorizado de Guayaquil. Este sistema de metrovía usando buses articulados no va a funcionar y no es que esté en contra de dicho proyecto que a esta altura es una realidad, (bueno para ciudades de un millón de habitantes o menos) pero, tímido en ciudades densamente pobladas.
En primer lugar, pocas unidades operativas, no llegan ni a 500 unidades, agravan esta situación, en la que cada unidad tiene poca capacidad para transportar personas a bordo, que es bajísima para una población de tres millones de habitantes que necesita movilizarse a diario y de las que más del 70 por ciento no cuenta con vehículo de su propiedad, y que para hacerlo debe utilizar el transporte público.
En segundo lugar, son largas extensiones a cubrir de norte a sur de la ciudad, lo que convierte a este sistema en lento, inoperante y de grandes pérdidas de tiempo a sus usuarios por la propia naturaleza de dichos vehículos. Pasarán 10 años y seguiremos viendo el mismo problema. El mejor sistema de transporte en ciudades densamente pobladas y en crecimiento constante como Guayaquil es la implementación paralela a este servicio de un adecuado sistema ferroviario o Metro urbano de trenes rápidos o express que cubren una ruta con solo dos o tres paradas y trenes locales que cubren una misma ruta haciendo todas las paradas respectivas y con ramificaciones o líneas de trenes a lugares de alta demanda.
Guayaquil no es únicamente norte y sur, recordemos que cada tren puede tener desde 2, 8 y hasta 18 vagones y cada vagón puede transportar hasta 200 personas. Tal como es el sistema de transporte público de una ciudad, así es la ciudad. Tomemos en serio el transporte.
Eusebio Avilés