Uno de los problemas urbanos más graves que enfrenta Guayaquil es la congestión vehicular. No importa el sector por el que los conductores vayan, se encontrarán con largos atascos.
Los guayaquileños pierden horas por los enredos de los vehículos y con ello pierden también dinero, tiempo que podrían pasar con sus familias, etc.
No se trata, sin embargo, de que hagan falta avenidas amplias o de que haya demasiados carros, no, se trata más bien de que hay exceso de desorden ciudadano, falta absoluta de autoridades de tránsito. El ver tres o cuatro vigilantes de tránsito apostados en una esquina no significa nada. Las infracciones se cometen frente a ellos y ni han levantado la mirada de sus teléfonos celulares.
Por las calles de Guayaquil no solo que circulan vehículos absoletos que por la seguridad de los ciudadanos no deberían estar en las carreteras, igualmente, los carriles de alta velocidad son compartidos por carretas de heladeros, de vendedores de colada y por supuesto por máquinas (herramientas de trabajo) que en otros países son movilizadas en camiones plataforma, aquí circulan sin ninguna restricción por calles y avenidas de la ciudad atentando a la seguridad ciudadana y creando caos.
En poco tiempo el Municipio asumirá la competencia del tránsito, los ciudadanos esperamos que mejore.
Luis A. Espinoza, Guayaquil