Publicidad

Ecuador, 21 de Septiembre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo

Maldita prepotencia

21 de noviembre de 2015

El 9 de noviembre, fecha en la que se iba a realizar la audiencia convocada por el fiscal general del Estado, sucedió un caso insólito, algo increíble e indignante, parecía una telenovela que nos sorprendió a todos. La verdad es que nos quedamos estupefactos, cuando un grupo de 30 militares, pavoneándose de prepotencia, imbuidos por un falso espíritu de cuerpo, acudieron a la audiencia de juicio para el juzgamiento penal en contra de cinco exoficiales de las Fuerzas Armadas.

Siempre hemos hablado de la disciplina del militar, pero lo que hizo el alto mando militar al presentarse en la Corte Nacional de Justicia con el propósito de intimidar al juez se llama prepotencia. Y la prepotencia es sinónimo de cobardía. ‘Valientes’ militares, presuntos autores de violación de derechos humanos contra Luis Vaca, Susana Cajas y Javier Jarrín. ‘Valientes’ militares cuando tienen un fusil en la mano. ‘Valientes’ militares cuando se escudan en la prepotencia y falso espíritu de cuerpo. Es hora de que los militares entiendan que no es lo mismo disciplina que prepotencia. Bien dijo Albert Einstein: ¿Qué es un militar? Es un hombre que marcha sobre un par de botas bajo el ritmo de un tambor y recibió por equivocación un cerebro.

Los acusados son militares que han cometido atroces delitos. La presencia de los militares en la audiencia de juzgamiento es algo inaudito, parecería que no distinguen lo que es una institución y lo que es una persona. Nadie está persiguiendo al Ejército como institución, la institución militar es honrosa; aquí se investiga a personas que cometieron delitos atroces. ¿Dónde quedó la línea de que los militares tienen que estar bajo el poder civil? La Constitución, en su art. 158, establece que las Fuerzas Armadas es una institución para protección de los derechos, libertades y garantías de los ciudadanos, en ninguna parte dice que tienen derecho para torturar y desaparecer a las personas. Art. 159. ibídem… y cumplirán su misión con estricta sujeción al PODER CIVIL y a la CONSTITUCIÓN. La presencia de los militares en el juicio de lesa humanidad no solo es inoportuna, como dice el presidente Correa, o ‘error de conceptos’, como califica el ministro Serrano.

Las dos declaraciones son débiles y endebles, es hora de quitarnos los pelos de la lengua y hablar con todas las letras: lo que ocurrió ese día fue un acto gravísimo, fue un acto inconstitucional, se violó la Constitución. Deben entender los militares que no se está juzgando a la institución, se están esclareciendo delitos que cometieron elementos que estaban en las Fuerzas Armadas. Las instituciones son permanentes, mas no los funcionarios o las personas, que son pasajeros. Las FF.AA. son gloriosas, mas no las personas que han violado los derechos humanos, así hayan pertenecido a la entidad. Para cambiar el chip que tienen ciertos militares metidos en sus cabezas, que son las ideas malsanas que les enseñaron en la Escuela de las Américas, hay que hacer lo que hizo Chávez en Venezuela: les cambió el programa de estudios y les enseñan hasta marxismo y, sobre todo, derechos humanos.

Los militares han hecho carne en su imaginario que el poder civil debe estar por debajo del poder militar.

Luis A. Ramón

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media