¿Se han vuelto locos? ¡Locos de remate! Basta que se hayan cerrado los casinos de juego, las máquinas tragamonedas, los bingos, las salas de juego, se desesperaron los empresarios de la Junta de Beneficencia acomodándose con la Ley de la Lotería.
No fue más que gane el 7 de mayo la prohibición del juego de azar y más que inmediatamente movieron los tentáculos para adueñarse de Raspadita, Lotería, Bingo y Lotto para jugar todos los días de la semana, sin importar absolutamente nada que se está desechando los juegos de azar para que proliferen los juegos, solapadamente, por tratarse de la Junta de Beneficencia.
Para esto se requiere ahora sí de un permiso gubernamental en que las normas de esta institución sean consideradas como ente privado comercial con miras a fiscalizaciones y auditorías.
Porque esta empresa mueve millones de dólares al mes y no se sabe nada en qué proporciones reportan las utilidades. ¿Cuál es el beneficio ciudadano de acuerdo con la cantidad de juegos que sobrepasan a cualquier país del mundo en juegos de loterías?
Deseoso que mi criterio sea de su loable atención me reitero de usted.
Fraternalmente,
Víctor Mora