Pasada la comprensible indignación ciudadana frente al injustificado acto de barbarie en el que fueron asesinados varios periodistas de la revista francesa Charlie Hebdo, resulta ineludible preguntarse, ¿por qué las grandes corporaciones mediáticas dan un tratamiento diferente a crímenes similares que propician las grandes potencias imperiales?, mientras los primeros copan los noticieros, los otros o son ignorados o merecen espacios secundarios.
Desde luego, el repudio a todo crimen, sea ejecutado por ciertos individuos o por algunos Estados bajo cualquier pretexto, tiene que ser universal, preocupante resulta entonces el que algunos gobiernos y medios de información no promuevan y condenen de la misma manera los crímenes cometidos por las potencias imperiales en países como: Palestina, Siria, Irak, Afganistán y Libia.
Lamentablemente, una buena parte de dirigentes políticos a nivel mundial, así como ciertos medios de comunicación, solo condenan el terrorismo al detalle y se olvidan de los crímenes cometidos en forma sistemática por gobernantes que propician ilegítimas como inmorales invasiones a países como los señalados.
La participación de los grandes medios de comunicación en la construcción de los imaginarios que abonan a la intolerancia es una de sus consecuencias, ¿acaso no es usual escuchar en boca de un apreciable número de ciudadanos asociar el terrorismo con el islam o confundir la libertad de expresión como el derecho a ofender sin responsabilidad ulterior?
Resulta difícil admitirlo, los medios utilizan un doble rasero para juzgar y calificar los actos de terrorismo, su calificación depende de quién o quiénes lo ordenen y ejecuten, cuando estos se derivan de ambiciones geopolíticas de expansión y control de los recursos naturales, sus gestores, a despecho de la conciencia civilizada del mundo, han sido calificados como ‘defensores de la libertad’.
No resulta extraño, por tanto, que la infortunada presencia de Netanyahu en la marcha de condena al terrorismo no haya merecido comentario alguno en los grandes medios de comunicación, aunque para nadie es desconocida su participación en el genocidio en contra del pueblo palestino.
Cruel paradoja, los señores de la guerra encabezando una marcha para condenar lo que ellos practican, incluida la intolerancia y la censura.
Víctor Hugo Jaramillo Garcés
