Señor Director de “El Telégrafo”
Lcdo. Orlando Pérez
Todos creen que su actividad es la más importante; es muy humano; los médicos consideran lo mismo; su antigüedad se remonta en la lejanía de los tiempos a lo desconocido, mítico e inexplicable que asumió la brujería, nimbada de misterio; más tarde, con el empirismo y la ciencia, terminó por dar cátedra en Bolonia, Florencia y La Salpetierre; ahora y aquí el problema es que no quieren trabajar jornadas de 8 horas, como todo el mundo; por lo menos así manifestó el presidente del gremio en un canal televisivo –julio 4-, entrevistado por una señora contagiada de la biliosa y atrabiliaria enfermedad de la oposición; creen que solo deben trabajar 6 horas diarias, aspiración compartida por todo trabajador.
Es natural que al galeno le otorguemos privilegios porque nuestra vida está en sus manos; otras profesiones también tienen a su cargo la protección de otros valores y sin límites de horario. Los jurisperitos no tienen solo un valor fundamental que defender, como es la vida, sino otros más, como los bienes y la honra de las personas. Para muchos la honra vale más que la vida: “El hombre sin honor peor es que un muerto” (Don Quijote), “Quien ha perdido la honra ya no puede perder más” (P. Siro).
Muchas profesiones requieren concentración y tienen riesgos vitales mayores como los mineros, bomberos, toreros, policías, perforadores geológicos, trabajos nucleares, etc. etc. En 52 años de ejercer la Jurisprudencia, muchas veces he trabajado bajo grandes presiones más de 12 horas seguidas; hay intervenciones quirúrgicas que llevan más tiempo, pero “en equipo”, lo que cambia la situación. La verdad es que no quieren trabajar más de 4 horas, porque su consulta privada –$ 50 por consulta- les reditúa más; ahí no están cansados….
Confiemos en que el llamado a un paro médico no se realizará, porque la mayoría no cambiarán el Juramento de Hipócrates por uno de hipócritas!
Dr. Catón Villacreces Jácome-
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