De ninguna manera se trata de alentar la xenofobia, el hecho es que coincidentemente (o no) 3 personajes mexicanos se hallan involucrados con temas que tienen que ver con medios de comunicación y la limitación a la libertad de expresión.
1. Luis Beltrán.- En la primera semana de Mauricio Rodas ejerciendo la Alcaldía de Quito, este sujeto se presenta como director de los Medios de Comunicación del Municipio capitalino y suspende la transmisión del programa ‘El poder de la palabra’, conducido por Francisco Herrera Aráuz, de las frecuencias de radio AM y FM concesionadas como medios públicos al Municipio de Quito. Sin embargo, en una actuación descarada y risible, la defensa de Mauricio Rodas plantea que el mexicano Luis Beltrán no trabaja ni trabajó para el Municipio capitalino. Simplemente el señor Beltrán, al estilo de lo que podría denominarse ‘sicariato administrativo’, suspendió la transmisión de ‘El poder de la palabra’ y fantasmalmente desapareció.
2. Ignacio Muñoz Orozco.- Aparece en escena luego de que autoridades estadounidenses intervienen para ponerlo en evidencia bajo acusaciones de lavado de dinero proveniente del narcotráfico, es allí cuando se descubre que Muñoz Orozco actuaba como cuasi asesor en la implementación de los Guagua Centros del Municipio de Quito. El Alcalde de la capital, con libreto en mano, declara a través de algunos medios de comunicación que Muñoz Orozco se había reunido varias veces con él para proponerle su asesoría en asuntos gubernamentales, pero que al no ser aceptada su propuesta, este individuo simplemente desapareció.
Explicación que genera dudas razonables: se sabe que la relación Rodas-Muñoz Orozco se inicia cuando Mauricio Rodas residía en México dirigiendo la fundación Ethos; alguien que lava dinero generalmente no solicita trabajo, sino que busca invertir para blanquearlo. El mexicano Muñoz Orozco es otro ‘fantasma’ que literalmente se esfumó y no se sabe nada de él.
3. Remigio Ángel González. Este mexicano-guatemalteco resulta ser un magnate de medios de comunicación que lo apodan el ‘Fantasma’, muy apropiado por ser un personaje poco conocido, que trata de mantenerse en el anonimato y, según se publica en algunos medios de comunicación, su estrategia consiste en ser muy condescendiente con los gobiernos de turno, para recibir favores y dominar los mercados de la comunicación. Se dice que domina 13 medios ecuatorianos, entre ellos RTS y, al parecer, recientemente se convirtió en el accionista mayoritario de diario El Comercio.
Resulta por demás preocupante, que este ‘magnate’ se encuentre operando en el país en el afán de concentrar y controlar medios de comunicación ecuatorianos, lo cual se contrapone claramente a la prohibición establecida en la ley en contra de los oligopolios de la comunicación.
Llama poderosamente la atención el silencio cómplice de casi todos los medios de comunicación, que al parecer no quieren topar estos temas. ¿Será que el periodismo ecuatoriano tiene miedo a los ‘fantasmas’?
Guillermo Ramos Ampudia
