Concretamente vamos a visualizar con resumen acucioso los diez años de Alianza PAIS en el poder:
1.- Lo excelente: La seguridad inobjetable de que se ha debilitado a fondo a los enemigos del pueblo, que con sofismas lograban preferencias electorales; y la regulación de los medios de comunicación que, con una ley muy necesaria, han dejado de desprestigiar a ciudadanos, a quienes desopinaban sin ningún control y el derecho a réplica;
2.- Lo muy bueno: La participación del pueblo en permanentes intervenciones de información presidencial los sábados; la intromisión justificada y responsable del Ejecutivo en el desarrollo de la educación, reorganizando universidades, creando escuelas, institutos y colegios, garantizando a futuro un nivel superior de cultura, base fundamental para la libertad y el buen vivir de los pueblos; la vialidad, con creación y reparación de carreteras; la gran preocupación por la salud, mejorando el servicio social con el equipamiento de los hospitales y la creación de nuevos centros de salud muy funcionales, lo que garantizará mejor desarrollo económico con un pueblo sano; la inteligente y oportuna generación de electricidad, que ha convertido al país de importador de energía a exportador; la determinación de explotar un pequeño porcentaje petrolero del Yasuní, dejando sin piso las intenciones malsanas de los dizque ecologistas; la permanente preocupación de mantener unidos a nuestros países, habiéndose logrado que Quito sea la sede de Unasur; y sin duda alguna, la política internacional, que ha logrado que en el extranjero se reconozca a Ecuador como un país de respeto;
3.- Lo bueno: la intención de terminar con el subsidio del gas, al proyectar la utilización de cocinas de inducción, lo que será una realidad, de continuarse con esta intención; el convenio con naciones europeas que abaratarán el costo de los productos que fabrican; la oportuna conexión con la República de China, ante la crisis petrolera creada por el imperio norteamericano y sus secuaces; la apertura comercial con la mayoría de los países del mundo, que está destruyendo poco a poco el monopolio comercial; y la recaudación de los impuestos, tanto a grandes usuarios, como a medianos y chicos, lo que asegurará medios para la ejecución de obras;
4.- Lo malo: La lenta reorganización judicial, con la presencia de jueces y fiscales que, aunque elegidos por concursos -en la práctica, en su mayoría-, actúan con la mentalidad del pasado. Esto ocurre aun con la existencia de algunos directivos del Consejo de la Judicatura que mantiene mente sana y fresca; y la promulgación de una Ley de Tierras que no garantiza la realización de la Reforma Agraria, sumamente necesaria, porque debe entenderse que, sin ella, no hay revolución; y
5.- Lo pésimo.- La actitud del Mandatario, Ec. Rafael Correa Delgado, que -luego de iniciar acciones judiciales oportunas y justificadas- habiendo obtenido sentencias condenatorias, ha procedido a condonar a los reos del delito; y haber dejado con confianza en manos de terceros la explotación y comercialización petrolera, sin el debido y permanente control y fiscalización, lo que ha permitido que los mismos del ayer pernicioso hayan manejado corruptamente los fondos de Estado, los que, con la ayuda de un ministro deshonesto, permanecieron en esta seria acción económica desde hace muchos años.
Ojalá que nuestro veraz e imparcial resumen de estos diez años de la Revolución Ciudadana sea leído por el señor Presidente y por el candidato a la Presidencia de su tienda política, porque estamos seguros de que -de ser así- tomarán las medidas correctivas para que se pueda continuar -enmendando errores- con la gran obra social emprendida, sin olvidar que pasen a la cárcel los corruptos. La verdad, aunque duela. (O)
Arturo Santos Ditto