Deseo, Sr. Director, referirme a una serie de logros que no se los menciona normalmente y que son parte fundamental para un futuro mejor del pueblo ecuatoriano. Menciono algunos de ellos con la brevedad que el espacio lo permite:
La creación de un Estado de derechos y no de derechas. Es un concepto de profunda connotación humana cuya aplicabilidad está en construcción, aunque muchos aspectos estén vigentes.
La institucionalización del Estado. Nunca como ahora se han clarificado y asignado participaciones en cumplir con los anhelos nacionales a los diferentes entes gubernamentales y de los otros poderes del Estado. Se cortaron las participaciones interesadas en los órganos públicos por parte de sectores que se convertían en jueces y parte de las regulaciones estatales. Se cortaron los afanes autonomistas y se consolidó el poder del Estado.
Se dio un giro espectacular en el manejo de las finanzas públicas y se lo canalizó en beneficio del pueblo y no al de los intereses de sectores que ejercieron el poder tras los gobiernos entreguistas.
Se cambió para siempre el marco regulatorio y procedimental de la educación en el país. Se inyectó autoestima, confianza y fe en los ecuatorianos, tanto que ahora, a diferencia del pasado, se dice con orgullo ser ecuatoriano.
La conciencia de la Patria Grande. Un nuevo ‘chip’ es parte de nuestra cultura social y política. Somos parte de una patria que va más allá de nuestras fronteras geográficas y mentales.
Vivimos una política internacional llena de soberanía y solidaridad. Se nos escucha con respeto y aportamos con iniciativas que son recogidas y estudiadas en foros internacionales.
En fin, existe un largo etc. que apuntala nuestra nacionalidad. (O)
Kléver Medina Alvarado