Con el 86% de los votos escrutados, los resultados oficiales arrojan  que la partidocracia no quiere asimilar, en las cuatro circunscripciones, el triunfo de Lenín, que es innegable.    

Y en la circunscripción 4, ni sumando las dos tendencias de la derecha -la banquera de CREO 14,55% y la populista del PSC 18,51- alcanzan la votación de Lenín 44,03%. Esto los pone histéricos y no lo pueden creer. Se acabó la hacienda a los que creían que Guayaquil era de ellos porque papito se las dejó de herencia para que ‘manden’ sobre los cholos, negros y montubios de mi linda ciudad. Resucitan cadáveres políticos y las cloacas con antenas se llenan de analistas, entre ellos un nuevo recadero de la oligarquía (alguna vez se ganó el mote de ‘carabobo’, no por la ciudad de Carabobo), que llama a una marcha de la dignidad y dizque alguna vez se la jugó en las calles. ¡A quién quieres engañar ñaño lelo!   

Guayaquil debe cerrar filas en un ambiente de paz; no les tenemos miedo, sacan a sus aniñaditos valentones, ya estamos acostumbrados a eso, hicieron lo mismo en las calles de Santiago para masacrar al compañero Salvador Allende; son los mismos guarimberos que en Caracas mataron a 43 jóvenes, son los mismos que en Colombia crearon a los paramilitares y mataron a cientos de patriotas como falsos positivos; son los mismos, tienen la misma ideología.

Hemos aceptado el juego de la democracia participativa; si son demócratas acepten que el Ecuador cambió, que la correlación de fuerzas solo la podrán torcer como lo hacen los fascistas con el terror y el miedo, y llevar a la república a otra Colombia.

Como dijo Pablo Neruda cuando el fascismo asesinaba a los patriotas chilenos: “Podrán cortar las flores, pero no detendrán la primavera”.

Atte.,
Ing. Salomón Fuentes Vidal, Esp.