Las salvaguardias no son impuestos, son medidas que benefician a  los pequeños y medianos productores nacionales. Es una vergüenza que muchos opositores no entiendan lo que es una salvaguardia. Estamos dolarizados y para mantener la dolarización necesitamos de las salvaguardias, las salvaguardias protegen la economía nacional. Quienes defienden sus productos de clase, lo único que demuestran es su pobreza de espíritu. Las salvaguardias estimulan el esfuerzo de millones de emprendedores ecuatorianos, es más, nos obligan a ser más creativos. Por otra parte, ¿por qué tenemos que importar lo que podemos producir aquí? Las salvaguardias buscan proteger la dolarización.

Tenemos que pensar y reconocer que el presidente Rafael Correa es un genio en economía y, por lo tanto, las medidas que ha tomado son medidas coherentes a su proyecto político, que sirven para proteger la economía nacional. Debemos tomar en cuenta que los productos que se afectan con las salvaguardias son solo los que consumen los ricos (los ‘pelucones’), no son productos que consume el pueblo.

Mucha gente llora porque no va a poder comer manzana chilena, pero aquí tenemos otras frutas, entre ellas: melones, naranjas, granadillas, tunas, papayas, lumas, bananos, etc.

De los males se sacan bienes; con las salvaguardias, el país va a tener la oportunidad de crecer como nunca. Bienvenidas las salvaguardias, primero el interés de todos, antes que el de unos pocos.

Las salvaguardias buscan reducir el déficit comercial; dada la caída del precio del petróleo, es justo que haya un control. Las salvaguardias afectan a la clase media y alta, pero no al consumo de los pobres. Las salvaguardias no afectan a las materias primas y bienes de capital, de esta manera la industria ecuatoriana no será afectada. Con las salvaguardias mejorará la balanza comercial y se ahorrarán divisas.

Con las salvaguardias se sustituyen importaciones y se impulsan la producción y el comercio local.     

Luis Alfredo Ramón Ochoa