El odio es una de las peores pasiones, cuando se afectan intereses personales o de grupos. Así, la partidocracia no perdona que durante diez años no pudo repartirse la Función Judicial, las aduanas, SRI, CNT, etc.
Hay quienes no cumplían sus deberes o manipulaban la administración para su beneficio, y quienes estafaban al consumidor, o cierta banca que realiza débitos arbitrarios y quieren poner en los controles a sus empleados como siempre. Se puede entender el odio en quienes no pudieron hacer de las suyas durante diez años, pero en los que jamás estafaron a nadie, no se concibe actitudes, pese a los beneficios que recibimos.
Sin embargo la mayoría está consciente de la felonía que está propiciando la venganza por medios judiciales, absolutamente deleznables, valiéndose de mercenarios y la venalidad, para perseguir a quienes se la jugaron por el país, pero llegará el día de rendir cuentas ante la justicia y la historia. (O)
Ab. Jorge Chambers Hidalgo