Las ideologías políticas se extendieron por el mundo desde las guerras mundiales, llevando un fanatismo negativo para la convivencia, en forma reformista o revolucionaria para organizar la vida de las personas y conducir su destino.
La corriente socialista surge con la Revolución Industrial y la Revolución Francesa, basándose en la libertad, igualdad, y fraternidad, generando una nueva organización económica, política y social a nivel internacional.
Jean Jacques Rousseau expresa en su obra maestra El contrato social que el ser humano, por disfrutar de la libertad, no reconoce las diferentes cadenas invisibles que lo esclavizan y lo utilizan, como medio político de un gobernante, por cuanto considera que de la fuerza no nace el derecho, ni de la obligación el deber. El contrato social consiste en la búsqueda del bien común y la distribución equitativa de los derechos.
Políticamente toda ideología es buena y se amolda en una sociedad republicana y democrática, con soberanía, derechos y libertades, pero sin embargo, depende de la capacidad y voluntad social del líder político para que sus resultados sean lo mejor para el progreso de un país y el bienestar de la ciudadanía, es decir, que lo bueno está en la persona y no en la ideología, debido a que muchos tendrán una misma ideología, pero con resultados diferentes de sus actos en la sociedad.
Ángel Calderón M.