La trampa de la plusvalía y las emociones (Táctica de la reconstrucción conservadora)
08 de diciembre de 2016Si a alguien quiere indignarlo, enojarlo o hacerlo sentir miedo; háblele de la seguridad de su familia y su patrimonio, esto lo sabe y lo aplica la oposición para proteger su interés; nos induce a un estado emocional y pretende confundirnos, hacernos creer que sus intereses son iguales a los nuestros.
Para desmontar esta trampa es que hablaremos del tema de la plusvalía.
Partiremos declarando que estamos en total acuerdo en que los bienes inmuebles patrimoniales (de la familia) deben mantener su valor de mercado y su revalorización en el tiempo debe ser un derecho irrenunciable. Esto nunca ha estado en riesgo ni discusión. Nos quieren hacer creer que el Estado pretende apropiarse de esa revalorización. ¡Totalmente falso!
La ley no está para afectar a las familias, está para controlar la especulación; que es una práctica mercantil que ciertos agentes económicos la aplican consuetudinariamente y que consiste en -a corto y mediano plazo- comprar tierras con la expectativa de venderlas por un cambio de precio en el mercado.
¿Por qué causas se da el cambio de precio del suelo?
Básicamente por estas:
- Cambio de normas de uso del suelo (potestad municipal), nuevos usos y mayor densificación poblacional.
- Inversión pública en infraestructura social y servicios.
- Inversión privada.
- Demanda insatisfecha (presión demográfica).
En los dos primeros casos el aumento del valor del suelo tiene motivos externos al propietario, no hizo nada para que esto suceda, no tiene origen en su trabajo en las rentas del titular. En realidad lo que pasa es que el Estado (todos nosotros), con recursos públicos, genera el plus valor de ese suelo y ahí viene el problema, ese plus valor es aprovechado y usufructuado por el especulador.
No caigamos en la trampa. El interés familiar no es el mismo interés del especulador. No somos lo mismo. No todos somos especuladores. (O)
Reinaldo Torres J.