Es casi a diario que la prensa del país publica todo un ambiente de descomposición social en el dolido cantón Durán: asesinatos, robos, secuestros, violaciones, etc.
Valdría la pena plantearse el porqué tantos problemas desde hace mucho tiempo y en aumento en esta ciudad, que se encuentra a 4 minutos de una comunidad que vive otra realidad en todos los órdenes (La Puntilla-Samborondón).
En La Puntilla hay “ojos de águila”, ubicados estratégicamente en diferentes puntos, conectados a la Policía Nacional; vigilantes de tránsito preocupados por brindar un real servicio a la comunidad; el agua es literalmente potable, no sacada de pozos, como es el caso de la que consumimos los duraneños.
Pero hay algo más grave, un estigma, que está matando de a poco nuestro orgullo, un dolor que crece a pasos agigantados. Una desesperación que no nos permite poner “orden nuestra casa”.
A partir del año 2000 pasa a ocupar la Alcaldía la Sra. Mariana Mendieta, personaje que dejará profundas heridas abiertas y cicatrices en nuestra sociedad. Su “entreguismo” a los sectores elitistas de Guayaquil vinculados al PSC no tenía fronteras. Su renuncia como alcaldesa, ante la presión por una serie de denuncias, le permite ser sucesor a su hijo, que era vicealcalde.
Su hijo, como alcalde, quiso darle un giro a la administración tomando una serie de correctivos frente a los desórdenes y abusos de la administración de la ex alcaldesa, pero el Municipio de Durán ya era “víctima” de sectores económicos que se acostumbraron a secuestrar el poder político, en la región Costa, a través de la maquinaria del PSC.
Hoy, el Municipio de Durán es manejado por un “bicéfalo”. Por un lado, desde la sombra, da “edictos” la Sra. Mariana Mendieta, y por el otro lado, el poderosísimo Jackson Herrera (gerente de la empresa de agua potable), quien presume de ser un hombre “influyente”, maneja todas las cosas del cantón Durán en su despacho. Él no vive en Durán, vive en una de las ciudadelas vía a Samborondón, pero se da el lujo de perseguirnos en nuestra ciudad a los duraneños.
Pero el colmo no termina ahí, se dice con frustración por las calles de Durán que ha influenciado para que se incline la balanza a favor de cierta compañía, para que se le adjudique el contrato para el cambio y venta de la tubería del acueducto por cerca de veinte millones de dólares sobre otra que oferta en diecisiete millones de dólares.
La realidad del cantón Durán es triste, nuestros históricos referentes morales y cívicos son vilipendiados por estos sectores. Los contratistas del cantón no son de Durán, y el dinero que llega a nuestra urbe y que debería dinamizar la economía de esta ciudad, lo digo con bronca, solo gira a través del poderoso “bicéfalo”, mientras que Durán y sus habitantes ven impotentes y con indignación la forma grotesca como se expolia el dinero de este sufrido pueblo. Por favor, que alguien nos ayude a levantar nuestra adarga contra estos poderosos monstruos, que todo lo compran.
Cada vez crece más el sentimiento de “Durán para los duraneños”.
Lcdo. José Luis Morán Álvarez
C.C. 0910442946