Poco se comentó, tanto en la prensa como en las redes sociales, en los días posteriores al intercambio de indirectas entre el Presidente y la Vicealcaldesa de Guayaquil en la condecoración a José Mujica; hasta que el Presidente en el enlace ciudadano 401 en el segmento ‘La caretucada de la semana’ hizo unos comentarios respecto al incidente, así como a la apariencia de la Vicealcaldesa. Lo último, que puede ser considerado como algo ‘políticamente incorrecto’, desató una avalancha de reacciones (incluida la misma Vicealcaldesa) cuyo tema central es que el Mandatario, en un comentario racista, no considera a las rubias guayaquileñas.  Y todas estas reacciones han sido básicamente por sacar expresiones del Presidente absolutamente fuera de contexto.  Lo que el Jefe de Estado dice, después de nombrar las características físicas de la Vicealcaldesa, es que “el tipo guayaquileño precisamente no es”. Una de las definiciones de la palabra ‘tipo’ es: ‘Modelo o clase que reúne las características más representativas que distinguen a un grupo o conjunto’. Es más que obvio el mensaje de dicho comentario, dado que la gran población de Guayaquil (al igual que la del país) es mestiza. Sin embargo, redes sociales y notas periodísticas en la coludida prensa mercantilista obviaron estas palabras del Presidente; algunos medios llegaron incluso a ‘citar’ (manipular) que el Presidente dijo que la Vicealcaldesa “no es guayaquileña” (acto sancionable por la LOC). Toda esta tergiversación ha causado malestar, incluso en personas que apoyan al Presidente y, aunque vendrán las aclaraciones del caso, el daño ya está hecho. Es evidente que todo este alboroto es parte de lo mismo de siempre: el desgaste permanente para reducir su popularidad de cara a las elecciones de 2017.  Pero en mi opinión, vislumbraría algo más: la necesidad urgente de los socialcristianos de posicionar un reemplazo para Jaime Nebot en caso de no repostularse en 2019. El mismo Nebot no asiste al homenaje y envía a la Vicealcaldesa a un acto televisado en todo el país y, sobre todo, lleno de gente contraria a su ideología. Nebot, en todo lo ‘frontal’ que dice ser, ni siquiera debatió con Bucaram cuando disputaba la Presidencia en 1996 -peor lo iba a hacer con Viviana Bonilla-, y no iba a resistir un solo abucheo del público, como ocurrió con la Vicealcaldesa. Aparte, la Vicealcaldesa menciona, en una de sus reacciones, que ella fue la concejal más votada, lo que la convertiría (quizás junto a Cynthia Viteri) en una de las opciones para la candidatura. Todo este incidente le ha dado exposición mediática y victimización que volverán a relucir, a pesar de las aclaraciones correspondientes, en 2019 para atacar la candidatura de Alianza PAIS. Apelarán al sexismo, racismo y a la ‘afrenta’ al orgullo guayaquileño para que la población vote a su favor. La batalla por la Alcaldía de Guayaquil de cara a las próximas elecciones recién comienza.

Carlos Landívar M.