La seguridad ciudadana consiste en impedir o interferir en la acción delictiva, para que el ser humano no sea asaltado, robado, herido, secuestrado o muerto por los delincuentes, los cuales deben ser acorralados y capturados por el pueblo y entregados al carro-patrulla de la Policía.
Esto se puede conseguir tan solo organizando en cada manzana dos grupos de ciudadanos con una arma de fuego cada grupo y gran número de armas contundentes tipo bate de béisbol o cosa parecida, para que los ciudadanos y ciudadanas acorralen al delincuente al grito de "ladrón, ladrón".
El delincuente capturado debe pasar por un consejo de jueces, para que imponga una de las penas: 12 años de cárcel, de por vida en ella, sin apelaciones ni rebajas por buena conducta, ni becas para su rehabilitación, con el objeto de que, el delincuente piense lo que le espera, porque el ciudadano que trabaja para mantener al Estado no tenga por qué vivir angustiado ni amenazado.
La delincuencia se ha desarrollado tanto en el Ecuador, desde que hubo la orden de poner en libertad a miles de presos sin sentencia, de abrir las fronteras para que entre cualquier clase de ciudadano extranjero, de requisar las armas a todo ciudadano inclusive a los que tenían permiso de las FF.AA., armas que siguen saliendo a la venta en forma reservada y poder requisar una sola arma a los delincuentes, etc., todo cual, obligó a los ciudadanos a proteger sus bienes con cercas de hierro y a que el trabajador salga despidiéndose de su familia, porque no sabe si regresará vivo para seguir manteniendo su hogar.
La delincuencia no está solamente en las personas, que con plena conciencia se dedican a vivir de lo ajeno y matando cuando quieren, sino también en algunas entidades seccionales que fueron creadas para ayudar y servir al ciudadano; pero, donde algunos con elevado abuso de autoridad, asaltan y roban a todos los que pueden, con diferentes pretextos, como en el siguiente caso.
En octubre de 1980 fue creado el cantón Huaquillas, y en agosto del siguiente año dicho concejo mandó a demoler la habitación y ocupar el solar de un ciudadano, con el pretexto de prolongar una calle, sin declarar de utilidad pública ni pagar un centavo, prolongación que nunca la hicieron y el solar quedó en volver a su dueño hasta la presente fecha, 32 años, a pesar de los numerosos reclamos hechos año por año.
Esto quiere decir que en este país las leyes no se cumplen ni existe autoridad que las haga cumplir.
Crnel. Eudoro Naranjo Abarca
C.I. 0700324668